Paisajes y naturaleza

Paisajes y naturaleza

Puro carácter

La naturaleza marca nuestro carácter. El mar Cantábrico, los valles profundos, ríos caudalosos y un horizonte de montañas definen nuestra forma de ser y de vivir.

En sus 86 kilómetros de costa, los montes se adentran en el mar formando acantilados que frenan su empuje, mientras guardan kilométricas playas y coquetas calas, o crean bahías de postal. En el interior, las montañas conforman el paisaje y el carácter de Gipuzkoa. Se suceden valles y ríos, bosques y senderos, Parques Naturales y todo tipo de ecosistemas protegidos. El color verde se extiende por todo el territorio hasta el mar, que tornará en azulado o en gris, según el cielo a esa hora. Lo único que nos falta es un desierto.

Tenemos tantas cosas que no nos cabe ni una más. El 20% de nuestra superficie está catalogada como Espacio Natural Protegido, pero la arbolada ocupa el 62% del total (cuando en la Finlandia maderera llega al 65%). Os invitamos a gozar plenamente de toda esta naturaleza que ha configurado el territorio, y también nuestro carácter plural y acogedor. Y natural, por supuesto.

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Espacios naturales

Color verde pasión

La hierba húmeda alfombra Gipuzkoa. El paisaje interior es abrupto, montañoso y zigzagueante, pero lo sentirás amable y acogedor. Todo el entorno invita a imaginar el estilo de vida de muchas generaciones anteriores, como si tú mismo formases parte de una de ellas.

Las leyendas y tradiciones rurales, siempre presentes, se funden con la Naturaleza. El relieve en forma de aguja del Parque Natural Aiako Harria surca el cielo. El litoral protegido entre Deba y Zumaia se extiende durante 8 kilómetros y en sus estratos está escrita la historia geológica del planeta. Aitxuri, con sus 1.551 metros de altura, es el techo de Euskadi y dicen que en su cima habita la diosa mitológica Mari.

El verde siempre está a la vista y destaca claramente por encima del resto de colores. Tiñe las costas, los montes, los valles, todo, acompañando el curso de los ríos como amigos inseparables. Es la tonalidad que distingue y unifica al territorio. El verde es nuestra pasión y también será la tuya. Ya lo verás.

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Playas

Playas con vistas

El mapa playero de Gipuzkoa transcurre entre Hondarribia y Mutriku. Son los arenales que elegían la realeza y la Corte para sus veraneos. Por algo era. Los 86 kilómetros de costa guipuzcoana te ofrecen 13 playas de características diferentes y alternativas para disfrutar a lo grande.

Porque tienes opciones de todo tipo y todas de calidad. Las hay con olas o sin olas, con hileras de toldos blanquiazules, salvajes, urbanas, tranquilas o concurridas, con y sin zona nudista, de más de 2 kilómetros o breves y recoletas,... Podrás tumbarte sobre la arena, pasear, practicar jogging, nadar, bucear, hacer surf o disfrutar de otros deportes náuticos. O dedicarte a mirar el horzonte, o los montes al fondo, o acantilados o a esa isla en mitad de la bahía. Cada una tiene sus vistas memorables.

Cerca encontrarás restaurantes donde comer algún pescado a la parrilla. Y al atardecer seguramente desearás sentarte a observar cómo el mar engulle al sol mientras degustas unos pintxos y un txakoli, en un ambiente de tipismo marinero. En cuestión de playas tampoco te equivocarás, todas son un acierto.

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Paisajes singulares

Sorpresas naturales en cada recodo

Gipuzkoa está llena de tesoros naturales. Se despliegan como pintxos de autor en la barra de un bar. Y cuesta un mundo elegir. Pero mejor que hacerlo es tratar de verlos todos: nunca indigestan.

Los acantilados de Sakoneta son una de las partes más espectaculares del “Geoparque de la Costa Vasca”, encajonados entre el mar y las montañas. El valle de Sastarrain es plácido y tranquilo; discurre entre la balnearia localidad de Zestoa y el macizo de Izarraitz. El embalse de Urkulu es ideal para rutas familiares... El contacto con el entorno natural es permanente. Abundan las curiosidades, paisajes pintorescos y lugares únicos.

Es el caso del túnel de San Adrián, en lo alto del Parque Natural de Aizkorri-Aratz. Paso habitual de peregrinos y trashumantes, cuenta la leyenda que el emperador Carlos V bajó su cabeza sólo una vez a lo largo se su vida y lo hizo en este túnel. O el entorno de Pagoeta, la paz del bosque de hayas junto a una vieja ferrería. Gipuzkoa es una caja de paisajes agradables que se abre en cada recodo. Tienes que verlos. Los recordarás siempre.

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Patrimonio histórico-industrial

Historia viva

Verás que Gipuzkoa guarda tesoros de una geografía humanizada durante milenios. Te darás cuenta, por ejemplo, cuando entres en el interior del coto minero de Arditurri, en Oiartzun, excavada inicialmente por los romanos y explotada posteriormente durante dos mil años.

Puedes ampliar la experiencia en las minas de Aizpea, esta vez en Zerain, o en el antiguo cargadero minero de Mollarri, en Zarautz. Podrás sumergirte en nuestra prehistoria internándote en las cuevas de Arrikrutz (Oñati) o en la réplica de Ekain (Zestoa), o ascendiendo al monte Adarra, atalaya privilegada donde nuestros antepasados erigieron multitud de monumentos megalíticos.

En el valle del Lastur encontrarás molinos del siglo XIV en un entorno idílico. Y diseminados por todo el territorio se pueden ver conjuntos arquitectónicos medievales, monumentales, casas fuertes, palacetes y otras edificaciones que son testigos de nuestro pasado. Nuestra historia está a la vista, preparada para tu visita. Para que en unos días puedas revivir milenios…