La Bandera de la Concha es, sin duda, la regata más importante de toda la temporada, considerada la Olimpiada del remo. Los dos primeros domingos de septiembre la ciudad se llena de aficionados a las traineras que vienen de diferentes pueblos pesqueros de la costa cantábrica tiñendo de colorido el puerto y las faldas del monte Urgull. Es una de las fiestas más populares del año, y sobre todo uno de los eventos deportivos más prestigiosos.
Poder vivirlas desde dentro, es una auténtica experiencia que, si se puede, merece la pena conocer. Todos los aficionados con banderas, pañuelos y camisetas de diferentes colores representativos de cada trainera se desplazan desde primera hora de la mañana a Donostia y abarrotan todos los rincones que bordean la bahía de Concha: el monte Urgull, el puerto, el Paseo Nuevo, las playas, la isla… Incluso si no eres un gran aficionado del mundo del remo, el buen ambiente que se vive durante el día te hace disfrutar de esta bonita fiesta.
Una vez dada la salida de la regata, las apuestas, gritos de apoyo y transistores, para no perderse detalle, empiezan a sonar. ¡Realmente emocionante! Además, no pueden faltar las provisiones para tener fuerzas durante toda la mañana. Tras finalizar la regata la fiesta continúa en la Parte Vieja donostiarra, bares y calles a rebosar.
Historia de las regatas
Las regatas provienen de la tradición pesquera de los pueblos costeros del cantábrico que con sus embarcaciones salían a alta mar en busca de los mejores bancos de peces compitiendo por llegar los primeros y llevarse las mejores capturas.
La primera edición oficial, se celebró en 1879. Tras su éxito, se decidió volver a celebrar este festejo los siguientes años, y después de más de 135 años, con alguna interrupción debido a diferentes hechos históricos como la Guerra Civil, sigue siendo uno de los acontecimientos estrella y más esperados del verano de San Sebastián. Desde el 2008, en la Bandera de la Concha también se disputa la modalidad femenina que año tras año coge más protagonismo.
Desarrollo de las regatas
El jueves previo a la primera jornada se celebra la prueba clasificatoria a modo de contra reloj para conocer los participantes en la bandera de la Concha. Se clasifican 7, siendo el octavo la tripulación donostiarra como organizadora del evento.
Los 8 equipos clasificados se dividen en dos tandas diferentes en cada jornada. Las cuatro traineras que realizan las mejores actuaciones del primer domingo, se clasifican para la tanda de Honor del segundo día que se celebra después de la primera regata en la que participan los 4 peores tiempos.
La clasificación definitiva se obtiene del cómputo total de los tiempos realizados por cada trainera en las dos jornadas, siendo el ganador el que menos tiempo haya tardado en realizar el recorrido de 3 millas (ida y vuelta) que separan la salida de la ciaboga.
Durante los dos domingos el buen ambiente entre los aficionados, la sidra y las ganas de animar abundan desde primera hora, y es que en un paraje como la Bahía de la Concha y con un ambiente tan animado, es difícil no disfrutar de esta fiesta con la que los donostiarras se despiden del verano.